Las migas manchegas

migas de harina

Es costumbre por estas fechas, cuando hace mucho frío y llueve, que por los pueblos de la región de Castilla-La Mancha, reunirse amigos, familias, para comer, entre otras cosas, las tradicionales migas manchegas. La preparación hace que sea un plato muy completo, nutritivo capaz de afrontar duros inviernos. Dada la alta cantidad de calorías que contiene, ya que se le pueden acompañar variedad de cosas es aconsejable tomarlo en cantidades moderadas.
Las migas (a veces llamadas migas de pastor), se trata de un plato de origen pastoril que fundamenta su elaboración en el aprovechamiento del pan que se endurecía fácilmente; para lograr que se ablande se mezclaba con otros ingredientes (generalmente de origen cárnico). Se le suelen llamar también migas ruleras, porque una vez hechas ruedan por una superficie no muy inclinada, otros dicen que debido a la cantidad de vueltas que hay que darle.
Las migas provienen quizá del cuscús magrebí; en los territorios cristianos se hacía con pan y se le echaban torreznos de cerdo para distinguirlo de la comida árabe y judía.
Los componentes son muy variados y parten de un pan de centeno o de trigo desmigado y mezclado con chorizo picado, tocino de cerdo (a ser posible enteverado), jamón serrano picado, ajos, aceite de oliva. Todo ello se cocina en una sartén y se deja tostar ligeramente. La base es el pan muy duro puesto en remojo bastante tiempo. Es común comerlas con alguna fruta como puede ser uvas, granada o melón.
Son típicas en el centro y sur de la península Ibérica, principalmente en la Mancha, pero también se elaboran en Murcia, Andalucía, Extremadura y Aragón, así como en la región portuguesa del Alentejo

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